Reordenando los libros de mi
desbordada biblioteca se me ocurrió calcular cuántos de éstos había leído al
menos una vez y cuántos aún esperaban ansiosos entre el tumulto de lomos.
Desistí a medio camino cuando los libros se amontonaban a partes iguales en el
lado de los leídos y en el de los no leídos.
¿Cuántos de los libros de tu
biblioteca mimas más a menudo? ¿Cuántos te miran detrás de la capa de polvo
esperando su momento?
Todo esto me llevó a pensar que
existen dos tipos de persona en base a los libros que la rodean: los lectores y
los coleccionistas.
Sigue Leyendo este artículo en el 5º número de El Vagón de las Artes